Este nota y las que posteriormente iremos publicando sobre el tema, van dirigidas especialmente al Ministro del Deporte Héctor Rodríguez, a los miembros de los CC, de los "colectivos" de deportistas "bolivarianos", y a los Diputados "socialistas" miembros de las Comisión de Asuntos Sociales de la AN.....................
¿CUAL ES EL PEO CON EL VOTO DIRECTO? (I PARTE)
El artículo 111 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece el derecho que tiene toda persona,
a la actividad deportiva y recreativa. De acuerdo a este artículo, el deporte y
la recreación son considerados como parte fundamental del mejoramiento de la
calidad de vida tanto individual, como colectiva. Es por ello que de acuerdo al
artículo 111 de la Constitución, el fomento del deporte y la recreación es
considerado una política de Estado, y es parte integral de las políticas de educación
y salud pública.
Por la condición antes expuesta,
el referido artículo de la Carta Magna de la República Bolivariana de
Venezuela, establece que El Estado garantizará los recursos para la promoción
del deporte y la recreación de la población.
Como todos sabemos, durante la
discusión de la actual Ley Orgánica del Deporte, se planteó la discusión acerca
de cuál modelo adoptar para llevar a la práctica este precepto Constitucional.
Se plantearon las dos alternativas conocidas: El modelo privado, y el modelo
socialista. Como era de esperarse, surgió un intenso debate en el que
lamentablemente se dejó que éste fluyera solo en las élites, y que la discusión
“no bajara” a la población en general, incluyendo a nuevos actores como por
ejemplo los Consejos Comunales, cuyas Comisiones de Deporte y Recreación tienen
ahora amplias competencias en la materia, u otras que a pesar de que ya existían,
han venido inexplicablemente auto marginándose, como por ejemplo el sector
universitario.
Este hecho permitió que los sectores que han estado enquistados
en las organizaciones deportivas, tanto nacionales, como las estadales,
municipales y locales, así como aquellas grandes empresas que han hecho del
deporte profesional un gran negocio, ganaran (hasta ahora) la pelea, por
ampliar los espacios de participación de la población, no sólo para elegir a
sus representantes, sino para la toma de decisiones sobre aspectos que le son
de particular y directo interés.
A pesar de ello sin embargo, se
logró avanzar algo en ese sentido, ya que si bien es cierto el texto legal que
al final aprobó la Asamblea Nacional dista mucho de lo que inicialmente se
planteó, incluye algunos novedosos elementos para el deporte Venezolano. La
creación del Registro Nacional de Organizaciones Deportivas, El Fondo Nacional
del Deporte y el derecho a voto directo y universal de Atletas, Técnicos y Árbitros son algunos de ellos.
Pero como ocurre en estos
procesos socio-políticos de lucha por crear nuevos espacios, a los que puedan
acceder quienes han estado excluidos de las instancias en las que se toman
decisiones que afectan a los colectivos y por ende a las personas, la lucha por el poder no cesa. Los
enemigos de las transformaciones que afectan los intereses grupales de quienes
han usurpado la soberanía de la base popular, en este caso representada por
atletas, técnicos y árbitros, continúan trabajando para evitar que la Ley
Orgánica del Deporte no se aplique como debe ser, y en consecuencia los cambios
propuestos pasen a ser “gatopardianos”, es decir cambios en apariencia mas no
de fondo. Ellos quieren que sea un “cambio” en el que todo siga igual que
antes.
Pero si lo anterior no sorprende,
lo que si lo hace es la conducta asumida por quienes se supone sería la vanguardia
que conduciría el proceso de cambio, vanguardia que tiene dos vertientes: la
institucional, y la de la calle. La primera se refiere a los dirigentes
institucionales, léase Ministro del Deporte, Diputados de la AN miembros de la
Comisión de Asuntos Sociales, y los “servidores públicos” (Burócratas de Min
Deporte y el IND) que se supone están consustanciados e identificados con el
modelo que se pretenden desarrollar.
La segunda es la que también se supone
surgiría de las Comisiones de Deporte y Recreación de los CC, y las
organizaciones e individualidades de los sectores Atletas, Técnicos y Árbitros.
De los segundos nos atrevemos a dar una excusa, que si bien explica el porqué
de su falta de acción, no justifica plenamente su apatía. De los primeros
simplemente decimos: no tienen excusa ni
razón para su actual proceder.
Durante prácticamente toda
nuestra vida Republicana y “democrática”, los Venezolanos hemos sido mal
educados, se nos enseñó a ser apáticos, no solidarios, individualistas y en
consecuencia no tener noción de pertenencia a la comunidad en la que
estudiamos, hacemos deporte o nos recreamos, trabajamos y vivimos, y si no
tenemos sentido de pertenencia, entonces no valoramos lo intereses de la
colectividad. Es por ello que nuestra “participación” en los asuntos públicos
se limitaba a votar para elegir Presidente, Gobernadores, Alcaldes, Diputados y
Concejales, y para ñapa, nos conformábamos en delegar en otros, la toma de
decisiones sobre aspectos de la vida nacional que nos afectan a todos los que
vivimos en este país.
De resto, no “participamos” en
mas nada, y así dejamos que grupitos se fueran enquistando en las Cajas de Ahorros
de los Trabajadores, en los Sindicatos, en las Asociaciones de Vecinos, Sociedades
de Padres y Representantes Escolares, Juntas de Condominio, clubes deportivos,
ligas, asociaciones regionales y las federaciones deportivas nacionales, por tan sólo dar algunos ejemplos.
Tanto
ha sido nuestra apatía que hasta las nuevas formas de organización comunitaria
(CC y Comunas) se la hemos dejado a los activistas de grupos partidistas. Ahora
cuando comienzan a aparecer las consecuencias negativas de esta condición y la “democracia
representativa” entre en crisis, nuestra “participación” en la vida pública
nacional se amplía un poco más: nos quejamos sentados en un cafetín de la
universidad, o haciendo cola en un banco o supermercado.
Como estamos viviendo pleno siglo
XXI, en el que la tecnología está alcanzando grados de desarrollo nunca antes
imaginables, nuestra “participación democrática” también es influenciada por
estos cambios tecnológicos y ahora nos quejamos en el “ciberespacio”.
La participación plena en las
actividades socio-políticas en los distintos escenarios en los que hacemos vida
ciudadana se puede aprender. Esto nos tranquiliza de cierta forma, porque tal
como reza el dicho bueno es cilantro pero
no tanto, hará que tarde o temprano nos iremos cansando de escuchar
promesas y excusas del porque las cosas no mejoran definitivamente, y tanto va
a ser el goteo de agua sobre el vaso,
que éste se va a derramar e iremos asumiendo lo que ahora nos hemos estado
negando hacer, ir ocupando esos espacios y ponerlos de verdad a funcionar
en beneficio de las colectividades que se supone deben representar.
Para no hacer más extensa esta
nota, dejaremos para una segunda entrega el análisis-comentario del porque a
las “vanguardias esclarecidas” del Ministerio del dizque Poder Popular para El
Deporte y los supuestos “colectivos” de deportistas comprometidos con el “proceso”,
al parecer se les mojó la pólvora……………….
PI 13 de abril del 2013
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