Diario Líder en Deportes. Columna Visión de juego de Gerardo Blanco. 15 agosto de 2022
NOTA: La imágenes para ilustrar la nota se la colocamos nosotros |
El estancamiento del deporte de alto rendimiento de Venezuela, reflejado en el pobre desempeño en los recientes Juegos Bolivarianos de Valledupar, donde nuestra delegación solo pudo conquistar 61 preseas doradas, 110 menos que las obtenidas por Colombia (171), debería haber generado una profunda revisión del Sistema Deportivo Venezolano. A sotto voce, los dirigentes de las federaciones han hecho sentir su queja por las dificultades para la preparación de los atletas, pero el problema debe abordarse con una mirada más profunda, que transcienda al mero hecho de la aprobación de recursos para tal o cual competencia nacional o internacional.
Lo primero que hay que señalar es que la estructura que sostiene al deporte de alto rendimiento en el país cumplió el propósito para el que fue creado en el pasado. Pero ya no es eficaz ni útil para el objetivo de acompañar a los atletas con proyección a brillar en los eventos del ciclo olímpico.
El principal papel del Instituto Nacional de Deportes es la de tramitar y aprobar recursos para los planes que presentan las federaciones, a través de la figura del planificador.
La imbricación del IND en todo el largo proceso de detección de talentos, ofrecer a los atletas las mejores servicios en biomecánica, sicología, nutrición, análisis del rendimiento, fisiología, fisioterapia, medicina deportiva o acondicionamiento físico ha mermado de manera significativa. Tener un comedor y un gimnasio para que los atletas se alimenten y se entrenen cuando se concentran en Caracas, es insuficiente para las exigencias de hoy.
Para dar el salto hacia la modernidad del deporte de alto rendimiento, Venezuela necesita una entidad dedicada exclusivamente a respaldar a los atletas con capacidad para brillar internacionalmente, a semejanza del Instituto Inglés del Deporte o el Instituto Australiano del Deporte, referencias mundiales de organización, planificación e investigación científica para alcanzar la excelencia y las medallas doradas.
Este Instituto de Alto Rendimiento Deportivo de Venezuela (Inarve) debe centralizar la inversión económica; y poner al servicio de los atletas un ejército de entrenadores, nutricionistas, fisioterapeutas, biomecánicos, sicólogos y antropólogos dedicados a captar desde temprana edad a los talentos, y ayudarlos a desarrollar todas sus potencialidades con el respaldo de las ciencias aplicadas al deporte.
A fin de conseguir ese objetivo es menester realizar una reforma de la actual Ley del Deporte y crear esta nueva institución, que debe gozar de plena autonomía y estar dirigida por especialistas en alto rendimiento con reconocidas credenciales, como se exige, por ejemplo, para integrar el Consejo Nacional Electoral o ser magistrado en el Tribunal Supremo de Justicia.
Si queremos recuperar la supremacía en los Bolivarianos y aumentar la cosecha de oro en los próximos ciclos, hace falta transformar el alto rendimiento, realizando una reingeniería para aprovechar de manera más eficiente las instalaciones y los recursos disponibles.
China convirtió al deporte en una industria para la felicidad
Impuesto a las bebidas azucaradas y a la lotería para el financiamiento
En otros países, el estado financia al deporte con los recursos que se recaudan de las loterías nacionales, tal como ocurre en varios países de Europa como Gran Bretaña, Países Bajos, Italia y Bélgica, mediante fundaciones o con el aporte de empresas privadas que reciben a cambio beneficios fiscales. En Australia, diversos grupos vinculados a la medicina deportiva han propuesto la creación de un impuesto a las bebidas azucaradas con el propósito de reducir la obesidad y la diabetes, y apoyar a los atletas de alto rendimiento, pero el gobierno todavía no lo ha aprobado.
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