APOYO PARA EL BEISBOL MENOR (III PARTE)

O LA RELACIÓN COSTO - BENEFICIO TAMBIÉN APLICA AL SECTOR DEPORTE NO PROFESIONAL.

Estanflación, es un término que se emplea en economía para definir coyunturas económicas en las que se presentan simultáneamente la inflación descontrolada de los precios de los bienes y servicios y el estancamiento de la economía, es decir, disminución de la producción.

Según la teoría, una de las maneras de tratar de combatir este fenómeno, es incrementar la inversión social o gasto social (la aplicación de esos términos depende de la orientación política del economista), lo cual generaría mas empleos y en consecuencia aumentaría la demanda de bienes y servicios.

Uno de los efectos que trae consigo la combinación de estos dos elementos (inflación mas estancamiento económico) es la deflación, otro término económico que expresa el proceso de la pérdida del poder adquisitivo de la moneda.

“Traduciendo” al lenguage “criollo” lo anterior, podemos resumir lo planteado de la siguiente manera: cada mes pagamos mas caros los bienes y servicios que hemos necesitado y seguiremos necesitando para realizar nuestras actividades habituales, pero también cada mes recibimos a cambio menos cantidad y calidad de esos bienes y servicios que hemos venido comprando (y que seguiremos comprando *).

Aplicando lo anterior a nuestra área de trabajo – el béisbol menor – nos encontramos que cada cierto tiempo, escuchamos las exigencias de ajuste de precios de los servicios que prestan los técnicos de las divisas y  los proveedores de los servicios que requieren las ligas de béisbol para organizar y desarrollar un campeonato, con lo que nosotros llamamos el argumento de “una sola cara de la moneda”, porque si bien es cierto ellos están en lo cierto - que sus ingresos han menguado y sufren los efectos de la inflación - también lo es (elemento que ellos no consideran nunca en sus exigencias) que las divisas y quienes las sostienen (padres o representantes) también somos afectados por la inflación porque  también vivimos este país.

Los padres o representantes de los peloteros somos tal vez los únicos que apreciamos las dos caras de la moneda, es decir, cada temporada pagamos mas por un servicio que cada temporada es mas malo que la anterior, y que cada temporada seguimos con esos mismos prestadores de servicios, simplemente  porque no existen otros que presten el servicio con un mínimo de estándar de calidad. Es decir, aquí hace rato dejo de funcionar la coba de la “libre capacidad de la oferta”, justo en un momento en donde se mantiene (y aumenta) la demanda, porque la crisis económica sumada a las exigencias cada vez mayor de hacer un uso adecuado del tiempo libre de niños y jóvenes, permite mantener al deporte como una de la opciones para actividades complementarias a la escolar, que tienen los padres para sus hijos.

Esta situación sencillamente no puede seguir permitiéndose porque de continuar ocurriendo estamos condenando a la desaparición del béisbol menor organizado.

¿Están conscientes de esta realidad los dueños de Divisas, Directivos de Ligas (que son los mismos dueños de las divisas), Directivos de Asociaciones Regionales y de la FVB, Directores de Deportes de Alcaldías y Gobernaciones, el Presidente del IND y el Ministro del Deporte?. ¿Están conscientes estos personajes que tienen en su manos la responsabilidad de coordinar el diseño y ejecución de políticas y acciones para enfrentar esta situación?. ¿Están conscientes del impacto negativo que tiene para una sociedad, que gran cantidad de niños y jóvenes dejen de practicar de forma organizada un deporte, que para ñapa en Venezuela es considerado el deporte rey?.

La realidad que estamos observando en el béisbol menor Venezolano nos indica que no............

(*) A pesar de lo difícil de la situación, creemos que nadie debe dejar que lo derrote la desesperanza, hay que luchar para evitar que desaparezcan estos espacios. Esa lucha empieza por la exigencia a los proveedores de servicios de anotación y arbitraje DE PRESTAR EL SERVICIO CON UN ESTANDAR MÍNIMO DE CALIDAD, aspecto éste, en el que LAS ASOCIACIONES Y LA FVB DEBEN COMENZAR A REGULAR.