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sábado, 30 de septiembre de 2017

¿TENEMOS NUEVA FVB DE VERDAD? (II PARTE)

DONDE RONCA GENTE ORGANIZADA, NO HAY BURÓCRATAS CON REUMATISMO NI CORRUPTOS HACIENDO DE LAS SUYAS.


Los que tenemos hijos practicando alguna disciplina deportiva en este país, saben que por estos días comienzan las preocupaciones no sólo por los costos y la calidad del servicio escolar que se espera reciban nuestros hijos, sino también lo que se refieren al servicio de formación deportiva.

Son días de inicio de un “nuevo año escolar”, y como es ya habitual, días de “declaraciones” de las autoridades en materia de educación, en las que nos dicen de los “grandes avances” que ha habido en la materia. ¿Pero que ocurre en la realidad?, ¿se relacionan esas afirmaciones que se hacen en “ruedas de prensa” o “pases en vivo” desde la escuela tal con la realidad que estamos viviendo?.

En primer lugar debemos aclarar que no pretendemos hacer un escrito antigobierno, pero si pretendemos ejercer lo que se conoce popularmente como nuestro derecho al pataleo, en un país cuya Constitución Nacional define su sistema político de gobierno – y al Estado que éste representa – como una democracia participativa y protagónica, lo cual significa que ustedes y nosotros, no sólo tenemos derecho a quejarnos, sino también a hacer algo mucho mas importante: el control social de la gestión pública y  a participar en los procesos de toma de decisiones en los asuntos que nos afectan.

La primera crítica que le hacemos al gobierno es, que continua asumiendo el proceso de formación del talento deportivo separado del proceso de formación escolar o académica, como si el estudiante de primaria, secundaria o superior no necesita hacer alguna actividad deportiva – bien sea de competencia o bien recreativa – o el niño (o joven) que es deportista de competencia no es estudiante, es decir que no forma parte también del sistema escolar.

 Si la alta burocracia gubernamental entendiera y asumiera esta idea, comenzaría a cambiar las cosas comenzando por lo más sencillo: “las ruedas de prensa” las harían de forma conjunta el Ministro de Educación y el Ministro de la Juventud y el Deporte, “los pases en vivo” se harían no sólo desde la escuela tal sino también desde el polideportivo cual, en la que ambos Ministerios no hablarían no sólo de la construcción de nuevas escuelas o Liceos, o la reparación (o mantenimiento) de infraestructura escolar existente, sino también de cuantos polideportivos nuevos construyeron o rescataron del olvido a otros que ya existían y estaban deteriorados.

También nos hablarían de las ferias escolares y deportivas para la adquisición de útiles y uniformes tanto escolares como deportivos a precios "solidarios y revolucionarios", porque los útiles y uniformes deportivos están igual de carísimos que los escolares.

Nos hablarían de los cambios en el pensum escolar, pero también nos hablarían de cuales son las directrices en materia de formación deportiva que deben seguir las escuelas deportivas.

Si los burócratas del gobierno entendieran la idea, asumirían que tanto el proceso de formación escolar como el deportivo, además de ser servicios públicos - no por la propiedad de la escuela, liceo, universidad, o escuela deportiva, sino porque esas instituciones atienden a gran cantidad de niños y jóvenes de distintas condiciones sociales y económicas, y que por lo tanto el Estado nunca debe dejar ser el máximo ente regulador de sus políticas para garantizarle a todos el derecho a la educación y al deporte – son también las dos caras de un gran proceso como lo es la formación de un nuevo ciudadano que necesita el país para que nuestro futuro no siga siendo como nuestro presente.

La segunda crítica que vamos hacer, es más bien una autocrítica porque va dirigida a los padres de estudiantes y deportistas: si bien es cierto que los ineficientes y corruptos dirigentes sociales y burócratas del gobierno en materia de educación y deporte son los responsables de la situación educativa y deportiva del país, también lo es que si las comunidades educativas y deportivas asumieran además del derecho al pataleo, el derecho a comenzar a ejercer el control social de la gestión pública de las instituciones, sean éstas de carácter oficial o de carácter privado, no habría mas ineficientes, corruptos y burócratas dirigentes deportivos y educativos, es decir como dice el dicho, no habría mas burros con reumatismo…………….

EPI    

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