Artículo publicado en el diario LIDER, sección "Lectores con Cancha". 05/03/15. pagina 30
Escrito por Carlos Armas.
El temor de muchos entrenadores es la relación que tienen sus atletas con su confianza, cómo la obtienen y cómo la pierden en segundos. La confianza no es una suerte de destino, es la consecuencia de conocerse, aceptarse y mejorar.
La confianza no se gana ni se compra, es producto del trabajo constante dentro y fuera del campo, donde influyen muchas variables personales y externas al atleta (la familia, la pareja el equipo y los entrenadores tiene su cuota de responsabilidad).
En los mas pequeños la confianza se genera por los resultados, por el aprendizaje y reforzamiento de sus guías. El temor estará presente pero si se acompaña el crecimiento del atleta se darán las palabras adecuadas y la forma correcta para mejorar.
Algunos entrenadores reflejan en los atletas sus complejos y por eso les exigen de manera inadecuada. Las deserciones en los jóvenes son consecuencias del trato que reciben. La exigencia desmedida no garantiza resultados, gritarle al atleta en formación no potencia su desarrollo, los entrenadores y padres son responsables de la conexión del atleta con su confianza y resultados al principio de su carrera.
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