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| Imagen tomada de la Web |
El 6 de enero de 1.945, el párroco Francisco Castillo convocó a los deportistas a una misa en memoria de los jugadores de Beisbol Salvador Arguelles y José Pérez Colmenares – “El terrible” – quien por cierto, conformaba la selección de Venezuela que ese año participaría en el Campeonato Mundial de Beisbol que se realizó en el Estadio de San Agustín. Pérez Colmenares era la Primera Base del equipo, y no pudo jugar pues murió en un accidente aéreo el 25 de julio de 1.944.
La misa que convocó el padre Castillo posteriormente se hizo costumbre, y los atletas comenzaron a acudir a la iglesia de La Pastora todos los 6 de enero, consolidando el día como el homenaje eclesiástico al deporte. Posteriormente el IND oficializó la fecha como el “Día nacional del Deporte”.
Este año se celebra la tradicional misa del deporte, bajo un contexto especial para el deporte, contexto que afortunadamente no se refiere a un hecho trágico sino más bien a una situación que puede abrir las puertas a grandes transformaciones en el sector, que lo catapulten al tan esperado anhelo: convertirnos en un país élite en algunas disciplinas deportivas.
Este año se celebra “El día del Deporte” bajo la premisa de una decisión del TSJ que se refiere a la correcta aplicación del texto de la Ley Orgánica del Deporte, Actividad Física y Educación Física que todos deberían acatar sin discusión.
El TSJ hizo no sólo su trabajo, sino que realizó lo que todos hablaban tras bastidores pero que nadie asumía en público: estableció los criterios legales que se deben aplicar en la elección de las autoridades de Federaciones, Asociaciones, Ligas y Organizaciones Deportivas Asociadas. Ahora le corresponde a quienes tienen la potestad de aplicar la Ley, de hacerlo como debe ser, sin más dilaciones y sin más “culipandeos” extraños porque ya la duda ha sido suficientemente aclarada por el máximo Tribunal de la República.
De nuevo la Ministra del Deporte tiene otra excelente oportunidad para demostrar que el Presidente Maduro no se equivocó al designarla para el cargo que ahora ocupa. Ese día tiene una excelente tribuna de oradores para dirigirse no sólo al “país deportivo”, sino también al resto de la sociedad Venezolana, cuya juventud esta asolada por la inseguridad, el consumo de drogas, la corrupción, el consumismo irracional y el sedentarismo que impone la TV. Ese día tiene la oportunidad de demostrar que fue una atleta integra, y que es una joven con las ideas bien puestas. Ese día tiene la oportunidad para expresar sin rodeos, las ideas generales sobre las que se va a desarrollar la reconstrucción del sector asociado del deporte, para poder impulsar sin más demoras una verdadera revolución deportiva.
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