A propósito de la discusión del proyecto de la hoy vigente Ley Orgánica del Deporte, salieron a relucir en la discusión muchos aspectos que no fueron lo suficientemente discutidos. Tal vez esto sucedió, porque transcurrieron mas de 6 años en los que se presentaron 7 proyectos distintos de Ley, y había que ponerle fin a este “martirio” o cuento de nunca acabar, no fuera a ser que ocurriera como lo que está pasando con el Proyecto de Ley Orgánica del Trabajo, que a pesar de ser necesaria su actualización, éste sigue inexplicablemente engavetada en la Comisión de asuntos Sociales de la AN.
Lo importante es por ahora, que ya tenemos nueva Ley, que ésta incorpora algunos elementos novedosos en Venezuela, y que significa a pesar de las críticas hechas, en un avance considerable con respecto al texto legal derogado.
Es por ello que nosotros haremos como dice el refrán popular: “a dios rogando y con el mazo dando”, es decir, continuaremos haciendo nuestras observaciones y críticas, pero estudiando la Ley Orgánica del Deporte y otras que se relacionen con la práctica deportiva, para contribuir con el proceso de toma de conciencia que debe desarrollarse en adelante, para que los actores involucrados en la actividad ejerzan sus derechos plenamente. No debemos olvidar que ya el texto discutido es una Ley Orgánica de la República, por lo que hay que cumplirla y hacerla cumplir, y si durante su aplicación los sujetos de la ley detectan aspectos que deben ser mejorados o corregidos, pues se deberán realizar en el futuro los ajustes necesarios para que el instrumento legal responda mejor a las necesidades de nuestro país.
Uno de los aspectos que a nuestro juicio no fué debatido suficientemente, es el que se refiere a las concepciones que se tienen sobre la actividad deportiva, concepciones de las que se derivan la forma de asumir tareas tales como el diseño de las políticas del estado en la materia, la forma de organización que se debe adoptar, la planificación y las formas de financiamiento por tan sólo nombrar los aspectos mas importantes. ¿Debe ser el deporte una actividad cuya responsabilidad debe recaer exclusivamente en el sector privado, o debe ser una actividad asumida por el Estado?.
La pregunta no es ociosa, porque ella lleva implícita dos maneras de asumir el desarrollo de la actividad deportiva en una sociedad, es decir de los dos modelos que existen en el mundo para desarrollar el deporte. Estos modelos que si bien es cierto son diferentes en cuanto a la forma de concebir la práctica deportiva, también lo es que de ambos se obtiene igual resultado.
A los fines de hacer más práctica la discusión del tema, podemos identificar a estas concepciones con los siguientes ejemplos: El modelo estadounidense y el modelo Cubano, o si lo prefieren el modelo USA y el modelo Chino, o el modelo de una sociedad capitalista y el modelo de una sociedad socialista.
Algunos estudiosos del tema plantean que el problema que ocurre en nuestro país, no es el que se asuma un modelo u otro, porque como ya comentamos en ambos al final se obtienen el mismo resultado, que no es otro que alcanzar altos niveles de desarrollo deportivo, que se expresa en la victorias en los diferentes torneos mundiales, o en todo caso, ocupar posiciones de vanguardia en el escenario deportivo internacional, es decir, ser competitivos en varias disciplinas deportivas. Pero si ese no es el problema, ¿entonces que es lo que ocurre en Venezuela?. A juicio de algunos especialistas es que en el país se tiene un sistema “híbrido”, es decir es privado y público a la vez, o lo que es lo mismo, “no es chicha ni limonada”. La recién aprobada Ley Orgánica del Deporte, de acuerdo a este criterio, adolece al igual que las anteriores de esta debilidad.
Como podrán notar este es un asunto que da mucho para discutir, lo cual iremos haciendo en sucesivas entregas, por ahora vamos a abrir fuego con un comentario sobre una reportaje publicado en el diario “Ultimas Noticias” en su edición de hoy (16/09/11, página 34), titulado Firmar al profesional no es garantía.
Lo primero que debemos resaltar es, que este reportaje establece el elemento que diferencia al deporte aficionado del rentado, elemento que nosotros destacamos porque muchas veces algunos comentaristas deportivos hacen observaciones sobre la práctica del béisbol en algunos países, sin establecer esta condición, con lo que la comparación o análisis no se hace en términos justos.
Algo parecido ocurre hacia adentro, cuando observamos que para los medios de comunicación, sean éstos grandes o pequeños, públicos o privados, se le da prioridad a las noticias del deporte rentado y se relega en demasía a las noticias del deporte aficionado, con lo cual el medio deja de ser de comunicación social, porque no informa sobre esas otras actividades que también son importantes para una sociedad.
Ese mismo concepto lo tenemos “grabado en el disco duro” los padres y representantes, que asumimos la actividad deportiva de nuestros hijos como una preparación para “el futuro grandeliga”, que además de la fama, va a ganar una buena cantidad de dólares.
En el reportaje del UN, nos enteramos que el pasado 05 de septiembre los equipos que conforman la LVBP despidieron a 203 personas entre los que se encuentran peloteros y técnicos, “esta es una muestra más que clara que firmar y estar con un equipo no implica absolutamente nada” dice el periodista que redactó la nota. “La gran mayoría de los cesanteados son jóvenes jugadores que ya no pertenecen a ninguna organización de Estados Unidos; otros son peloteros con condiciones, que no encajan en los planes del club…”…. (El Subrayado es nuestro)
¿Como es posible que un pelotero teniendo condiciones es despedido de un equipo de Béisbol Profesional?, la respuesta proviene de quienes se supone deben trabajar para defender los derechos de los peloteros profesionales, que aunque cruda, es la realidad desde el punto de vista del deporte profesional: “hay jugadores que no dan la talla y deben apartarse; otros estuvieron dos o tres años bregando, pero vinieron otros con mas condiciones y se tienen que ir”, (El abogado de de la Asociación Unica de Peloteros Profesionales de Venezuela), “ Así es este negocio” (Edgar Naveda, Pte. de Asopeloteros).
Si asumimos que el Béisbol es sólo el que produce el profesional, estamos condenando su desarrollo a lo que dictan las dichosas “reglas del mercado”, a criterios como los que expresan los dirigentes de los peloteros (Imagínense lo que piensan los propietarios de los equipos). Afortunadamente el Béisbol es mucho más que lo que produce la LVBP y la MLB. Nosotros en estos espacios, nos hemos propuesto demostrarlo…….
Gustavo Viscuña/Administrador del Blog
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