Cada vez más estudiantes universitarios deben equilibrar sus responsabilidades como deportistas de alto rendimiento con sus estudios académicos en diversos campos universitarios. Sin embargo, la dedicación requerida por el deporte a menudo pone en peligro su formación académica, ya que no pueden mantener el mismo ritmo que el resto de los estudiantes.
La asistencia regular a clases, la participación en prácticas, la realización de trabajos en grupo y la presentación de exámenes en fechas establecidas son aspectos fundamentales de la vida universitaria que muchos atletas de élite no pueden cumplir debido a sus compromisos deportivos.
La práctica deportiva de los estudiantes no debería representar un problema, debería ser un componente fundamental en su formación y crecimiento.
Sin embargo, la realidad muestra lo opuesto: la práctica deportiva genera problemas a los estudiantes universitarios. En la realidad, observamos como muchos estudiantes deben adaptar su proceso de aprendizaje a su situación particular de atletas sin la asistencia adecuada, lo que resulta en situaciones que los llevan a abandonar los estudios o el deporte.
Es crucial abordar este problema desde la educación primaria, centrándose especialmente en la secundaria y la universidad ya que partir de los 17 años, los talentos deportivos empiezan a destacar, al igual que los estudiantes que ingresan a la educación superior tras graduarse de bachiller.
¿SOLO PARA ESTUDIANTES – ATLETAS DE ALTO RENDIMIENTO?
En Venezuela, las instituciones de educación superior por lo general, tienen una modalidad de ingreso que se denomina atletas de alto rendimiento.
Para ser considerado atleta de alto rendimiento, el estudiante - atleta aspirante a un cupo en una Institución de Educación Superior (IES) debe practicar una disciplina deportiva registrada en la Federación Venezolana Deportiva de Educación Superior (FEVEDES), y que también ofrezca la IES. Por otra parte debe haber sido parte de la selección de un Estado que participó en campeonatos nacionales, o de una selección nacional que participó en eventos internacionales, y finalmente el estudiante – atleta deberá también consignar la documentación establecida por el SNI y las respectivas Direcciones de Control de Estudio y Deportes de la IES.
Pero he aquí otro problema, ¿son estudiantes – atletas sólo los que ya tienen curriculum deportivo?, ¿y donde quedan aquellos estudiantes, que sin ser de “alto rendimiento” también quieren continuar practicando deporte mientras estudian en la universidad?. La respuesta para nosotros es obvia: ¡claro que si!, porque para eso también debe trabajar una universitas, para tratar de desarrollar nuevo talento deportivo de alto rendimiento.
¿Cómo conciliar estas actividades con responsabilidades aparentemente diferentes?, ¿como desarrollar el deporte universitario con calidad de “alto rendimiento?. Estos también son problemas cuya solución debe estudiar la universidad.
Gustavo Viscuña/ Administrador de Primer Inning
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