El mal
llamado - en nuestro criterio- patrocinio
deportivo, constituye hoy en
día la principal fuente de ingreso de muchas disciplinas deportivas, es a su
vez también, un importante medio de comunicación entre la empresa patrocinadora
y sus clientes tanto los reales como los potenciales. El patrocinio deportivo es por
lo tanto parte de la estrategia de marketing de las empresas.
El
patrocinio deportivo tal como se concibe, es una transacción entre una empresa
de producción de bienes o servicios y la organización deportiva (béisbol,
fútbol, baloncesto, etc), que permite a la primera utilizar el evento deportivo
para dar a conocer sus productos o servicios, a cambio le entrega a la segunda
recursos financieros o materiales necesarios para el desarrollo de la
actividad.
Muchos de ustedes se
preguntaran ¿y eso es malo?, a simple vista parece que no, pero cuando uno
comienza a observar algunos hechos que ocurren en el mundo del deporte y en
especial del olimpismo, comienzan a surgir “los peros” a los que hay que
meterle la lupa.
USA: campeón Panamericano Prejunior 2011 |
Si
bien es cierto que el patrocinio deportivo por parte de
grandes empresas ha permitido el desarrollo de muchos deportes, también lo es
que por ser ésta la principal fuente de muchas especialidades, ha permitido que
las grandes transnacionales o empresas nacionales se apoderen del mundo
deportivo no sólo para aprovechar sus inmensas posibilidades de comunicación
masiva, sino también para influir en la opinión pública, moldeando casi que a
su antojo las tradiciones y gustos en materia deportiva. En este aspecto la
Televisión ha jugado un papel importante en los procesos de “universalización”
de muchas disciplinas deportivas. Es así como en las últimas décadas hemos
visto como muchas empresas que no tienen que ver con la actividad deportiva
pero si con el consumo y venta de productos y servicios ligados al espectáculo,
son ahora populares sponsors de muchas disciplinas dizque deportivas.
VZLA: subcampeón Panamericano Prejunior 2011 |
Hasta
los años 80, el 90% de los ingresos del COI dependía de los derechos de
transmisión por televisión de los eventos olímpicos, lo que era una amenaza a
la “independencia” de la organización que tanto pregona la no inherencia de los
Estados (gobiernos) en la actividad deportiva. A partir de esos años, quienes
dirigen al COI se lanzan a la búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento,
para lo cual crean los programas de comercialización olímpica
mediante los cuales logran la captación de
patrocinantes. A partir de esta iniciativa, cualquier
empresa interesada en formar parte del patrocinio olímpico, deberá firmar un contrato con la empresa encargada
del mercadeo de todas las actividades del COI, condición que es aceptada por
todos los Comités Olímpicos Nacionales (CON) y los Comités Organizadores de
Juegos Olímpicos.
¿QUE ES LO QUE PASA CON EL BÉISBOL Y EL
SOFTBOL?
Mientras
se observa un “culipandeo” por parte del COI para aprobar el reingreso del
béisbol y el softbol como disciplinas olímpicas por una parte, y la rápida
aceptación de otras “disciplinas” por la otra, uno lo menos que tiene que
preguntarse es, ¿Cuáles son los criterios que emplean estos próceres del
olimpismo internacional para decidir cual deporte es olímpico y cual no?. En el
caso que nos atañe se han dichos muchas cosas, que si el béisbol y el softbol
no son deportes universales, que muchos países que han organizado JJ OO no están
dispuestos a construir estadios que luego no van a ser utilizados por la
población de esas ciudades, etc., pero lo cierto es que cada día se conoce no
sólo del desarrollo que están alcanzado países en los que uno ni se imaginaba
que se practicaban ambas especialidades, sino que también se sabe que en la no
muy tropical que se diga ciudad de Londres, a propósito de la realización de la
próxima cita olímpica, se construyó una instalación para el voleibol de playa
(¡¡¿?!). En los videos promocionales de la justa olímpica 2012, observamos cómo
se han esmerado en emplear recursos económicos y tecnológicos para recrear
canchas de “cálidas arenas”, y paliduchas atletas alemanas e inglesas
preparándose para el magno evento deportivo mundial.
Cuando
se comienzan a observar estas contradicciones entre “argumentos” y la realidad,
se entiende mejor el comentario hecho por nuestro Presidente y su propuesta al
Presidente Obama, es decir, que ni el béisbol ni el softbol son deportes
olímpicos porque su dirigencia mundial no han sabido “mercadearlos”, lo cual en
el caso de los estadounidenses el error es por partida doble, porque además de asumirse
como el país en donde se juega “el mejor béisbol del mundo”, también se las dan
de ser los “papás de los helados” en materia de publicidad y mercadeo de bienes
y servicios.
FUENTE
CONSULTADA: Artículo “Los efectos de la globalización neoliberal en el deporte:
caso el baloncesto”, publicado en el portal monografías.com
Autores:
Juan Gualberto Machado y Lucía Estrella Portilla
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