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| Foto cortesÃa Liga INCE |
El mantenimiento de instalaciones para la
práctica de una disciplina deportiva, es un aspecto importante no sólo para
obtener un eficiente y eficaz servicio para quienes la usan, sino también para
alargar la vida útil de la estructura.
En nuestra paÃs lamentablemente debemos reconocerlo, parece ser que la palabra mantenimiento
no existe en el léxico de funcionarios públicos municipales, estadales o
nacionales, que tienen competencia en el área de obras públicas. Por otra parte
quienes administran estos espacios, parece ser que tampoco (salvo algunas
excepciones), porque se ha hecho común entre nosotros observar estadios sin
grama, con dogouts destartalados, tribunas cayéndose, cercas caÃdas, baños en
deplorables condiciones y para ñapa, ni siquiera le pasan una escobita o recogen
la basura de las áreas del público dando asà una pésima imagen.
La descripción anterior corresponde a las
condiciones en las que se encuentran la mayorÃa de las instalaciones deportivas
de carácter público, aunque algunas de propiedad privada tampoco están muy bien
que se diga.
Con el surgimiento de los Consejos
Comunales y las Comunas por una parte, y la aprobación de una Ley Orgánica del
Deporte, la situación anterior deberÃa en los próximos años comenzar a cambiar
radicalmente, porque se supone que por una parte, las distintas Comisiones de
Recreación y Deporte de los Consejos Comunales y Comunas comenzarÃan a realizar
su trabajo, y por la otra las diferentes ligas, asociaciones y demás
organizaciones del deporte organizado, basándose en las disposiciones
establecidas en la Ley del Deporte, deberÃan comenzar a presentar proyectos a
ser financiados con recursos del Fondo Nacional para el Desarrollo del Deporte,
entre los cuales podrÃan estar la construcción de nuevos estadios que permitan
u mejor desarrollo de las actividades que realizan.
La actual situación del Distrito Capital
por ejemplo, entidad en la que una liga de béisbol tiene que “parir” para
encontrar estadios disponibles, deberÃa comenzar a cambiar en los próximos años,
siempre y cuando Consejos Comunales, organizaciones deportivas, sector público
y el sector privado hagan su trabajo. Se dice fácil pero difÃcil es hacerlo por
la falta de voluntad que ha prevalecido hasta el momento, pero aún asà hay que
hacerlo para el desarrollo de la actividad deportiva en general y del béisbol
en particular.
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