FINAL DECEPCIONANTE

 

Esta mañana me levante pensando en el buen rato que iba a pasar, reseñando la actividad del II Juego de las Estrellas de los campeonatos integrados juveniles (Juvenil AAA o SUB 18) que desde el pasado año vienen realizando las Ligas Superior Miranda y Juvenil UCV.

Estas actividades, son siempre un excelente espacio para encontrarse con conocidos y amigos que siguen y/o trabajan en el beisbol aficionado, como técnicos, dueños de divisas, directivos de ligas, asociaciones, gente con la que además de ver el juego de beisbol, comentamos la gran cantidad de problemas con las que cada día y cada temporada, tienen que lidiar peloteros y sus representantes, técnicos y organizaciones de beisbol, pero con la que también conversamos sobre ideas – y muchas veces sueños – que cada uno tiene sobre como deberían ser los campeonatos de beisbol aficionado.

Para quienes son (o somos) aficionados al beisbol saben a lo que me refiero, por lo que no me extiendo mucho en explicar la idea que las discusiones de tribunas, y la conversación entre conocidos y amigos que coincidiendo o no en una idea o apreciación de una jugada, o de una acción fuera del terreno de juego pero que influye en la actividad, también forman parte del beisbol dándole a esta disciplina deportiva un poco mas de pasión haciéndola mas interesante.

Quienes están vinculados de una u otra manera al beisbol aficionado Venezolano, saben también que éste en la actualidad, está sufriendo fuertemente los impactos de la crisis socio-económica por la que atraviesa el país, así como también sufre los embates de la crisis de valores porque el beisbol no es una actividad desvinculada de la sociedad, por lo que cada pequeño logro alcanzado en medio de este cuadro, es sin duda una gran victoria de la comunidad.

Llegamos al estadio Universitario como a las 9.35 am aproximadamente, creyendo haber llegado tarde, pero me informan los amigos y conocidos que no fué tal el retardo porque el juego acaba de comenzar.

En la convocatoria hecha por la Liga de Beisbol Juvenil UCV, se indicó que la hora del play era a las 8.30 am, y que se exigía puntual asistencia porque el estadio estaría disponible hasta as 12 del mediodía, debido a que existe el compromiso de uso por parte de la LMBP, la cual tenía juego pautada para final de la tarde, pero los equipos requerían tener disponible antes el terreno, para el calentamiento previo al encuentro.

La primera versión que pude escuchar sobre la razón de la demora de casi una hora en el inicio de la actividad, es que se debió a “factores de la logística”, por lo que los presentes imaginamos que se extendería por ese mismo lapso de tiempo el uso del estadio.

A pesar de este y otros detalles que en otra oportunidad comentaré, sigo pensando que la actividad ha sido otra pequeña pero importante victoria para ambas ligas, los equipos y la UCV.

El juego transcurrió con normalidad, si la memoria no me falla el juego se desarrollo así: la selección de la Liga UCV se va arriba en la segunda entrada 2 a 1. En la siguiente entrada la selección de la Liga Miranda empata, y en el inning 5 se va arriba en la pizarra 6 a 2. Responde la Liga UCV con 2 mas y el marcador queda 6 a 4. Están ya terminando el sexto y siendo las 12 m ocurre el primer hecho inesperado, una consulta del umpire principal sobre si ya debía parar las acciones por la limitación en el uso del terreno, el público protesta porque tiene en cuenta que el juego comenzó con casi una hora de retraso, se le informa al umpire – hasta con anuncio por el altavoz – que se va a un jugar una entrada mas.

UNA VEZ MAS SE COMPRUEBA QUE LA PELOTA ES REDONDA Y VIENE EN CAJA CUADRADA

Se inicia la entrada. 1-2-3 para la Liga Miranda, le toca su último turno al bate a la selección de Liga UCV, su ofensiva coloca a los tres bateadores en base sin outs, última oportunidad al bate, el siguiente bateador se coloca en el cajón de bateo, aumenta la emoción de la barra y….., ¡suspenden el juego porque son las 12.30 pm!.

El desconcierto en la cara de jugadores, técnicos y público, comienza a convertirse en indignación cuando sin dejar que se retiren del terreno los equipos, comienzan a entrar el personal con las herramientas y equipo para acondicionar el terreno.

Un final decepcionante, no por los equipos sino por la ausencia de gestión de la liga para evitar esta chapuza.

Salimos del estadio decepcionados, en el área del estacionamiento nos encontramos al personal de seguridad del equipo de la LMBP Senadores de Caracas, nos preguntan porque la gente sale molesta, les contamos que termina el juego justo en su momento mas emocionante con la excusa que la LMBP necesita el terreno, a lo que nos responden que eso no es cierto, porque si la Liga Juvenil UCV se hubiera comunicado con el equipo Senadores y le pide un tiempo extra para terminar la parte baja de la entrada, hubiesen aceptado porque esos peloteros profesionales entienden la importancia del beisbol juvenil.

Por segundo día consecutivo, la UCV le vuelve a quedar mal a la comunidad. Volvieron a vencer las sombras.

GV